miércoles, 4 de febrero de 2015

Técnicas de campo para aves

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAMPO PARA EL ESTUDIO DE LA CLASE AVES


Introducción

El estudio de las aves, denominado ornitología, es una ciencia que ha despertado gran interés en muchas culturas y ha permitido avanzar en el conocimiento de este grupo de animales en todo el mundo. Hoy existen numerosos textos y revistas especializados en la publicación de resultados de estos estudios. Ya se tiene información sobre su origen y evolución, y todo parece indicar que las aves provienen de los dinosaurios, aunque se desconoce exactamente cuál fue el origen de las plumas y del vuelo. Se ha aprendido sobre su anatomía y fisiología, descubriendo que las aves tienen muchas adaptaciones que les permiten volar como huesos livianos pero muy resistentes. Recientemente por medio de métodos de laboratorio ha sido posible estudiar la genética de las poblaciones de aves y determinar las relaciones taxonómicas o de parentesco entre las especies.

En Colombia se han hecho avances importantes en el conocimiento de las más de 1.860 especies de aves presentes en el territorio nacional. La mayoría de estudios sobre nuestras aves están basados en el uso de métodos que permiten a los investigadores recolectar los datos de manera ordenada y eficiente, asegurando que la información sea confiable.Como parte de estas investigaciones, Cenicafé ha estudiado las aves de las zonas cafeteras de nuestro país utilizando diferentes métodos. Tener información básica sobre las aves de estas regiones nos permite diseñar programas adecuados para su conservación. Por ejemplo, los censos mensuales de aves que durante tres años se adelantaron en Planalto, Manizales, donde está situada la sede principal de Cenicafé, suministraron información valiosa para promover su conservación y declararla Reserva Forestal Protectora en 2004. Censos de aves realizados en remanentes de bosque en la región cafetera centro occidental verificaron que estos fragmentos albergan muchas especies propias de este hábitat, que no se encuentran en las zonas agrícolas. En otro estudio en Planalto que utilizó los métodos de captura y anillamiento, se comprobó que muchas especies tienen territorios definidos en los que permanecen durante varios años.

En esta BioCarta se describirán algunos métodos utilizados en estas investigaciones, de manera que sirvan de información básica para quienes quieran promover el estudio de las aves en sus regiones.

Las aves han sido y siguen siendo uno de los grupos más importantes dentro de la cultura Mexicana siendo desde tiempos prehispánicos elementos importantes de actividades religiosas y culturales. En la actualidad, las aves siguen siendo un recurso muy popular, sobre todo como mascotas o en la cacería. Actualmente, En México se reconocen alrededor de 1100 especies de aves, que representan el 10% de las especies a nivel mundial (Navarro S. et al. 2002). Dentro del país, se reconocen alrededor de 100 especies clasificadas como aves canoras y de ornato (loros, cardenales jilgueros, etc.) cuyo aprovechamiento es permitido en el país. Además de estas especies, alrededor de otras 100 entre las que destacan los patos, palomas, codornices y chachalacas son populares como especies cinegéticas. Para la mayoría de las especies sin embargo aún se carece de la información básica sobre parámetros poblacionales (abundancia relativa, natalidad, mortalidad, productividad). Un buen número de especies de aves mexicanas se encuentran enlistadas dentro de alguna categoría de riesgo dentro de la NOM-ECOL-059, pero aun estando bajo protección legal, una de las debilidades que frecuentemente sufren los esfuerzos de manejo y conservación es el no tener la información básica necesaria sobre la riqueza, distribución y abundancia de las especies. La carencia de esta información dificulta como consecuencia la aplicación exitosa de planes de manejo y aprovechamiento.


¿Por qué monitorear aves?

Las aves son un grupo que ha sido monitoreado ampliamente en diferentes partes del mundo. Esto se debe a que son animales fáciles de ver y escuchar, se encuentran en prácticamente todos los ambientes y su monitoreo suele ser económicamente viable.
Nuestro país alberga una gran cantidad de especies de aves, las cuales son muy importantes ya que dispersan semillas, polinizan flores y consumen una gran cantidad de insectos y roedores que podrían convertirse en plaga.

Algunas especies de aves también son útiles como indicadoras de la salud del ambiente ya que responden ante los cambios que ocurren en sus hábitats. Por otro lado, las aves son muy apreciadas desde el punto de vista cultural ya que son utilizadas por el ser humano como recursos alimenticios, comerciales, ornamentales, religiosos, artísticos, medicinales y de esparcimiento. De esta manera, el monitoreo enfocado en la conservación y el conocimiento de las aves es fundamental para el buen funcionamiento de los ecosistemas y el bienestar social de la población humana.

¿Cómo podemos identificar un ave?

La identificación de aves es una habilidad que requiere tiempo, paciencia y mucha práctica. Entre mayor tiempo le dediquemos, mayor habilidad tendremos para identificar aves. Ya que las aves se encuentran prácticamente en todo tipo de hábitats, podemos poner en practicar esta actividad en el jardín de nuestras casas, en las tierras de labor, camino al trabajo o en la calle. Cuando se observa un ave es necesario fijarnos en la mayor cantidad de características que presenta para poder determinar de qué especie se trata sin confundirla con otras. Particularmente es importante observar las características morfológicas del ave, como son el color y la forma del pico, el color de las patas, los colores de sus plumas, entre otras.

Es recomendable ver al ave el mayor tiempo que sea posible antes de buscarla en la guía de campo. Incluso es de utilidad realizar un dibujo con las características que presenta el ave para después revisar la guía de campo. Para poder realizar una observación más detallada de un ave, es adecuado conocer los nombres de las diferentes partes de su cuerpo.

Durante mucho tiempo, la observación directa fue el único método para estudiar las aves. El desarrollo de los binoculares y telescopios permitió acercarse a ellas y facilitó su identificación, convirtiéndolos en elementos esenciales para la ornitología. Se han desarrollado diversos métodos para estudiar las aves y su uso depende del aspecto que quiera ser estudiado. Algunos de ellos son:

Censos
Los censos o conteos se utilizan para conocer cuántas especies o aves hay en un área o en una región, como una finca o la vereda en la cual vivimos. Pueden utilizarse diferentes métodos, según el tiempo disponible o las características de la zona. Los más usados son los censos “a lo largo de transectos” y los censos “desde puntos de radio fijo”. La persona que realiza el censo debe reconocer las especies de la zona con base en sus formas, colores o cantos. En caso de no identificar alguna, es posible hacer un dibujo para comparar con las ilustraciones de las guías de campo, o grabar su canto para consultar a un experto. Durante el censo, el observador cuenta todas las aves que ve o escucha en un período de tiempo determinado y preferiblemente antes de las 10 am cuando las aves están más activas. Según el método elegido, es recomendable hacer varios puntos o transectos en la zona de estudio.

Censos a lo largo de transectos

En los “censos a lo largo de transectos”, el observador camina a una velocidad constante a lo largo de una línea que cruza la zona de interés. Esa línea, llamada transecto, puede ser un camino que atraviese el área. Su longitud puede estar entre 100 y 500 m y pueden tener ancho fijo o variable. En los transectos de ancho fijo sólo se registran las especies avistadas a una distancia específica (por ejemplo 25 m) y en los de ancho variable se cuentan las aves observadas a cualquier distancia del transecto.



Censos desde puntos de radio fijo

En los “censos desde puntos de radio fijo”, el observador se sitúa en el centro de un círculo imaginario de 25 metros de radio y realiza el conteo durante 10 minutos. Es importante asegurarse que entre los centros de los puntos haya una distancia mínima de 150 m.

Con los censos se obtiene información valiosa acerca de las especies presentes en un lugar, sobre el hábitat que ellas prefieren y si son comunes o escasas. También sirven para hacer comparaciones entre las aves presentes en diferentes lugares o en diferentes épocas. Por ejemplo, realizando censos en diferentes temporadas, se puede comparar el número de individuos de una especie para saber si aumenta, disminuye o si ha desaparecido por completo.
Capturas con redes de niebla

Las redes de niebla son mallas empleadas para capturar aves y estudiarlas más de cerca. Están elaboradas con hilos muy delgados, resistentes y generalmente negros, que se extienden entre dos postes verticales, como las mallas de voleibol. Si las redes se colocan en sitios sombreados se vuelven casi invisibles para las aves, de manera que al pasar volando, éstas quedan enredadas en los hilos. Con mucho cuidado, las aves atrapadas son retiradas de la red para su examen y posterior liberación. Gracias a este método se tiene un contacto más directo con las aves. Se pueden identificar con precisión, determinar el peso, tomar sus medidas, examinar el estado del plumaje, calcular su edad y fotografiarlas. Los ornitólogos, o personas que estudian las aves, han logrado establecer, por ejemplo, cómo el peso de un ave migratoria varía a lo largo del año o en qué momento cambia su plumaje. Este método debe ser utilizado sólo por personas debidamente capacitadas. Las redes se ubican estratégicamente en el área de estudio, en zonas cerca a quebradas, rastrojos o árboles con alimento para las aves.

Marcación de individuos (Anillamiento de aves)
La marcación de aves se utiliza en investigaciones donde es necesario reconocer los individuos para estudiar su comportamiento o hacerles seguimiento. Este método es útil para estudiar sus migraciones y movimientos regionales. Uno de los sistemas de marcación más usados es el anillamiento, que consiste en colocar pequeños anillos plásticos o metálicos en las patas de las aves. Esos anillos pueden ser de colores o pueden tener un número o código impreso. Para el estudio de aves de tamaños mayores, se usan collares y placas plásticas de diferentes colores fijadas al cuerpo, lo cual permite reconocer individuos que se encuentran a gran distancia. Gracias al seguimiento de aves marcadas, ha sido posible estudiar la edad que pueden alcanzar las especies y en el caso de las migratorias, la ruta tomada y los lugares de parada durante el viaje anual entre sus zonas de reproducción y de invernada.

Telemetría para el seguimiento de aves

Los avances tecnológicos en las comunicaciones también han sido utilizados recientemente para el estudio de las aves. Uno de ellos es la telemetría, que permite estudiar la posición y movimientos de aves con ayuda de transmisores de radio muy pequeños fijados en su cuerpo. Las señales emitidas por los radiotransmisores son captadas por un receptor que toma los datos sobre su ubicación. De esta manera ha sido posible estudiar el tamaño de los territorios de algunas especies y sus movimientos en diferentes épocas del año, aportando información sobre áreas de reproducción y alimentación, localización de nidos y cantidad de individuos que mueren o sobreviven, sin interferir en su comportamiento. Como un avance de la telemetría, se han desarrollado transmisores muy potentes que emiten señales de radio detectadas por satélites en el espacio. Esto ha permitido estudiar las migraciones de especies como el gavilán de Swainson que cada año viaja entre Canadá y Argentina, pasando por la región andina de Colombia.


La telemetría ha sido empleada para estudiar al cóndor andino, especie de la cual se cree que quedan cerca de 250 individuos en Colombia. Como parte del programa de conservación se liberaron cóndores criados en cautiverio a los que se les fijaron radiotransmisores para estudiar sus movimientos y supervivencia. Así se está evaluando la efectividad de esos programas de conservación.

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