MÉTODOS Y TÉCNICAS DE CAMPO PARA EL ESTUDIO DE LA CLASE AVES
Introducción
El estudio de las aves, denominado ornitología, es una ciencia que ha despertado
gran interés en muchas culturas y ha permitido avanzar en el conocimiento de
este grupo de animales en todo el mundo. Hoy existen numerosos textos y
revistas especializados en la publicación de resultados de estos estudios. Ya
se tiene información sobre su origen y evolución, y todo parece indicar que las
aves provienen de los dinosaurios, aunque se desconoce exactamente cuál fue el
origen de las plumas y del vuelo. Se ha aprendido sobre su anatomía y
fisiología, descubriendo que las aves tienen muchas adaptaciones que les
permiten volar como huesos livianos pero muy resistentes. Recientemente por
medio de métodos de laboratorio ha sido posible estudiar la genética de las
poblaciones de aves y determinar las relaciones taxonómicas o de parentesco
entre las especies.
En Colombia se han hecho avances importantes en el conocimiento de las
más de 1.860 especies de aves presentes en el territorio nacional. La mayoría
de estudios sobre nuestras aves están basados en el uso de métodos que permiten
a los investigadores recolectar los datos de manera ordenada y eficiente,
asegurando que la información sea confiable.Como parte de estas investigaciones,
Cenicafé ha estudiado las aves de las zonas cafeteras de nuestro país
utilizando diferentes métodos. Tener información básica sobre las aves de estas
regiones nos permite diseñar programas adecuados para su conservación. Por
ejemplo, los censos mensuales de aves que durante tres años se adelantaron en
Planalto, Manizales, donde está situada la sede principal de Cenicafé,
suministraron información valiosa para promover su conservación y declararla
Reserva Forestal Protectora en 2004. Censos de aves realizados en remanentes de
bosque en la región cafetera centro occidental verificaron que estos fragmentos
albergan muchas especies propias de este hábitat, que no se encuentran en las
zonas agrícolas. En otro estudio en Planalto que utilizó los métodos de captura
y anillamiento, se comprobó que muchas especies tienen territorios definidos en
los que permanecen durante varios años.
En esta BioCarta se describirán algunos métodos utilizados en estas
investigaciones, de manera que sirvan de información básica para quienes
quieran promover el estudio de las aves en sus regiones.
Las aves han sido y siguen siendo uno de los grupos más importantes
dentro de la cultura Mexicana siendo desde tiempos prehispánicos elementos
importantes de actividades religiosas y culturales. En la actualidad, las aves
siguen siendo un recurso muy popular, sobre todo como mascotas o en la cacería.
Actualmente, En México se reconocen alrededor de 1100 especies de aves, que
representan el 10% de las especies a nivel mundial (Navarro S. et al. 2002).
Dentro del país, se reconocen alrededor de 100 especies clasificadas como aves
canoras y de ornato (loros, cardenales jilgueros, etc.) cuyo aprovechamiento es
permitido en el país. Además de estas especies, alrededor de otras 100 entre las
que destacan los patos, palomas, codornices y chachalacas son populares como
especies cinegéticas. Para la mayoría de las especies sin embargo aún se carece
de la información básica sobre parámetros poblacionales (abundancia relativa,
natalidad, mortalidad, productividad). Un buen número de especies de aves
mexicanas se encuentran enlistadas dentro de alguna categoría de riesgo dentro
de la NOM-ECOL-059, pero aun estando bajo protección legal, una de las
debilidades que frecuentemente sufren los esfuerzos de manejo y conservación es
el no tener la información básica necesaria sobre la riqueza, distribución y
abundancia de las especies. La carencia de esta información dificulta como
consecuencia la aplicación exitosa de planes de manejo y aprovechamiento.
¿Por qué monitorear
aves?
Las aves son un grupo que ha sido monitoreado ampliamente en diferentes
partes del mundo. Esto se debe a que son animales fáciles de ver y escuchar, se
encuentran en prácticamente todos los ambientes y su monitoreo suele ser económicamente
viable.
Nuestro país alberga una gran cantidad de especies de aves, las cuales
son muy importantes ya que dispersan semillas, polinizan flores y consumen una
gran cantidad de insectos y roedores que podrían convertirse en plaga.
Algunas especies de aves también son útiles como indicadoras de la salud
del ambiente ya que responden ante los cambios que ocurren en sus hábitats. Por
otro lado, las aves son muy apreciadas desde el punto de vista cultural ya que
son utilizadas por el ser humano como recursos alimenticios, comerciales,
ornamentales, religiosos, artísticos, medicinales y de esparcimiento. De esta
manera, el monitoreo enfocado en la conservación y el conocimiento de las aves
es fundamental para el buen funcionamiento de los ecosistemas y el bienestar
social de la población humana.
¿Cómo podemos
identificar un ave?
La identificación de aves es una habilidad que requiere tiempo,
paciencia y mucha práctica. Entre mayor tiempo le dediquemos, mayor habilidad
tendremos para identificar aves. Ya que las aves se encuentran prácticamente en
todo tipo de hábitats, podemos poner en practicar esta actividad en el jardín
de nuestras casas, en las tierras de labor, camino al trabajo o en la calle.
Cuando se observa un ave es necesario fijarnos en la mayor cantidad de
características que presenta para poder determinar de qué especie se trata sin
confundirla con otras. Particularmente es importante observar las
características morfológicas del ave, como son el color y la forma del pico, el
color de las patas, los colores de sus plumas, entre otras.
Es recomendable ver al ave el mayor tiempo que sea posible antes de
buscarla en la guía de campo. Incluso es de utilidad realizar un dibujo con las
características que presenta el ave para después revisar la guía de campo. Para
poder realizar una observación más detallada de un ave, es adecuado conocer los
nombres de las diferentes partes de su cuerpo.
Durante mucho tiempo, la observación directa fue el único método para
estudiar las aves. El desarrollo de los binoculares y telescopios permitió
acercarse a ellas y facilitó su identificación, convirtiéndolos en elementos
esenciales para la ornitología. Se han desarrollado diversos métodos para
estudiar las aves y su uso depende del aspecto que quiera ser estudiado.
Algunos de ellos son:
Censos
Los censos o conteos se utilizan para conocer cuántas especies o aves
hay en un área o en una región, como una finca o la vereda en la cual vivimos. Pueden
utilizarse diferentes métodos, según el tiempo disponible o las características
de la zona. Los más usados son los censos “a lo largo de transectos” y los
censos “desde puntos de radio fijo”. La persona que realiza el censo debe
reconocer las especies de la zona con base en sus formas, colores o cantos. En
caso de no identificar alguna, es posible hacer un dibujo para comparar con las
ilustraciones de las guías de campo, o grabar su canto para consultar a un
experto. Durante el censo, el observador cuenta todas las aves que ve o escucha
en un período de tiempo determinado y preferiblemente antes de las 10 am cuando
las aves están más activas. Según el método elegido, es recomendable hacer
varios puntos o transectos en la zona de estudio.
Censos a lo
largo de transectos
En los “censos a lo largo de transectos”, el observador camina a una
velocidad constante a lo largo de una línea que cruza la zona de interés. Esa línea,
llamada transecto, puede ser un camino que atraviese el área. Su longitud puede
estar entre 100 y 500 m y pueden tener ancho fijo o variable. En los transectos
de ancho fijo sólo se registran las especies avistadas a una distancia
específica (por ejemplo 25 m) y en los de ancho variable se cuentan las aves
observadas a cualquier distancia del transecto.
Censos
desde puntos de radio fijo
En los “censos desde puntos de radio fijo”, el observador se sitúa en el
centro de un círculo imaginario de 25 metros de radio y realiza el conteo
durante 10 minutos. Es importante asegurarse que entre los centros de los
puntos haya una distancia mínima de 150 m.
Con los censos se obtiene información valiosa acerca de las especies
presentes en un lugar, sobre el hábitat que ellas prefieren y si son comunes o
escasas. También sirven para hacer comparaciones entre las aves presentes en
diferentes lugares o en diferentes épocas. Por ejemplo, realizando censos en
diferentes temporadas, se puede comparar el número de individuos de una especie
para saber si aumenta, disminuye o si ha desaparecido por completo.
Capturas con redes
de niebla
Las redes de niebla son mallas empleadas para
capturar aves y estudiarlas más de cerca. Están elaboradas con hilos muy
delgados, resistentes y generalmente negros, que se extienden entre dos postes
verticales, como las mallas de voleibol. Si las redes se colocan en sitios sombreados
se vuelven casi invisibles para las aves, de manera que al pasar volando, éstas
quedan enredadas en los hilos. Con mucho cuidado, las aves atrapadas son
retiradas de la red para su examen y posterior liberación. Gracias a este
método se tiene un contacto más directo con las aves. Se pueden identificar con
precisión, determinar el peso, tomar sus medidas, examinar el estado del
plumaje, calcular su edad y fotografiarlas. Los ornitólogos, o personas que
estudian las aves, han logrado establecer, por ejemplo, cómo el peso de un ave
migratoria varía a lo largo del año o en qué momento cambia su plumaje. Este
método debe ser utilizado sólo por personas debidamente capacitadas. Las redes
se ubican estratégicamente en el área de estudio, en zonas cerca a quebradas,
rastrojos o árboles con alimento para las aves.
Marcación de individuos (Anillamiento de aves)
La marcación de aves se utiliza en investigaciones donde es necesario
reconocer los individuos para estudiar su comportamiento o hacerles
seguimiento. Este método es útil para estudiar sus migraciones y movimientos
regionales. Uno de los sistemas de marcación más usados es el anillamiento, que
consiste en colocar pequeños anillos plásticos o metálicos en las patas de las
aves. Esos anillos pueden ser de colores o pueden tener un número o código
impreso. Para el estudio de aves de tamaños mayores, se usan collares y placas
plásticas de diferentes colores fijadas al cuerpo, lo cual permite reconocer
individuos que se encuentran a gran distancia. Gracias al seguimiento de aves
marcadas, ha sido posible estudiar la edad que pueden alcanzar las especies y
en el caso de las migratorias, la ruta tomada y los lugares de parada durante
el viaje anual entre sus zonas de reproducción y de invernada.
Telemetría para el
seguimiento de aves
Los avances tecnológicos en las comunicaciones también han sido
utilizados recientemente para el estudio de las aves. Uno de ellos es la
telemetría, que permite estudiar la posición y movimientos de aves con ayuda de
transmisores de radio muy pequeños fijados en su cuerpo. Las señales emitidas
por los radiotransmisores son captadas por un receptor que toma los datos sobre
su ubicación. De esta manera ha sido posible estudiar el tamaño de los
territorios de algunas especies y sus movimientos en diferentes épocas del año,
aportando información sobre áreas de reproducción y alimentación, localización
de nidos y cantidad de individuos que mueren o sobreviven, sin interferir en su
comportamiento. Como un avance de la telemetría, se han desarrollado
transmisores muy potentes que emiten señales de radio detectadas por satélites
en el espacio. Esto ha permitido estudiar las migraciones de especies como el
gavilán de Swainson que cada año viaja entre Canadá y Argentina, pasando por la
región andina de Colombia.
La telemetría ha sido empleada para estudiar al cóndor andino, especie
de la cual se cree que quedan cerca de 250 individuos en Colombia. Como parte
del programa de conservación se liberaron cóndores criados en cautiverio a los
que se les fijaron radiotransmisores para estudiar sus movimientos y
supervivencia. Así se está evaluando la efectividad de esos programas de
conservación.